Miles (según cupuladospovos.org.br; 80.000) han marchado hoy 20 de junio, día de acción global en las calles de Río en una manifestación efervescente producto de días compartiendo un sentimiento de rechazo a la hipocresía de la Cumbre Rio +20 y una necesidad de sacar esos sentimentos y toda esa fraternidad y diversidad vivida en la Cumbre a la calle.

Colofón de días escuchando indignadas tantas injusticias que necesitaban ser expresadas en otro marco y de otras formas. 
La manifestación comenzó en la plaza de la Candelaria, plaza que albergó las movilizaciones durante la dictadura brasileña (de 1964 al 85) siguiendo por la Avenida Rio Branco. Activistas de aquella época también presentes en la manifestación se expresaban así: "Nosotros luchamos contra la dictadura militar, ahora tenéis que luchar contra la dictadura de las transnacionales".

La manifestación incluyó a todo ese multiculturalismo que es Brasil y que en la Cumbre de los Pueblos fue todavía mucho más. Incluyó a sectores dispares que han estado presentes en la Cumbre dos Povos, desde conservacionistas a antiglobalización, feministas, sindicados, índigenas, moradores de favelas, recicladores, antimilitaristas, gupos contra la tortura, etc, todas bajo un ambiente de fiesta y lucha, con la música que no puede faltar en este país, desde carrozas con megafonía, a los innumerables grupos de samba a charangas. Porque en muchos tramos la manifestación no era más que un baile en masa, rozando el extásis.

"Vei a la foresta" (ven al bosque) coreaban al unísono en su baile invitando a alejarse del modelo urbano capitalista y a defender la selva. En otro bloco la gente bailaba coreaba tan sólo "levántese". Las pancartas eran también incontables desde la primera abriendo la mani con el ya refefrente "Nao nos representam" que hecha de papel y mojada por la lluvia a penas pudo sobrevivir al final de la mani, seguido de las grandes pancartas de las centrales sindicales. También banderas descomunales cuyó pesó aumento al empaprse con la lluvia, exigiendo la defensa de la Mata Atlántica o como la de los catadores (recogedores, recicladores) o la de Economía Solidaria que a penas no entraban en la carretera de seis vías. La manifestación fue también una muestra de creatividad con letreros y pancartas de todo tipo.

Y como no, no faltaron aquellas denunciando la Economía Verde tanto directa como indirectamente. Directamente, ahí estuvo la pancarta de la Alianza Economía Verde Futuro Imposible, una vez recuperada de la acción de la mañana para denunciar ante Rajoy su complicidad con la destrucción del planeta, o la de la Via Campesina "No a las falsas soluciones del capitalismo verde, y muchas otras. Indirectamente también se denunciaba la Economía Verde porque ésta ya hace tiempo que dio comienzo causando estragos en el mundo.

Proyectos que se denunciaan en la manifestación como los MDL (créditos de carbono, etc), REDD (Reduciendo Emisiones de Deforestació y Degradación Forestal - sumideros de carbono y otros), los cultivos de agrocombustibles, los megaparques eólicos o incluso los grandes embalses y proyectos hidrológicos que pretenden presentarlos como "verdes" estaban presentes en decenas de carteles y pancartas. La activista de Via Campesina de Zimbabwe “a Rio +20 debería llamarse Rio -20! La economia Verde no es la solución, pues sólamente sirve a las transnacionales, no respeta los Derechos Humanos, no respeta a las gentes. Crea, a su vez, una agenda de destrucción.

Nosotras vamos a destruir esa agenda”.Cómo no, no faltaron las pancartas que denunciara el proyecto de Belo MOnte, y otros de los muchos embalses que se proyectan en Brasil y cuyos afectados y opositores participaron en la marcha. Pero la creatividad se demostraba de todas formas siendo conscientes todos el evento tan importante de que se trataba pero sobre todo queriendo contribuir y hacerlo de forma constructiva. Allá estaba el Tanque de Pan, un taque hecho con tortillas de maíz reclamando el destinar todos esos millones derrochados en financiar de los ejércitos y el destinarlo a fines más útiles como la alimentación. Allá estaban las tigresas femenistas reivindicando acción contra el cambio climática. Los payasos bolivianos y su bloco de samba.Estaba el teatro de calle del árbol, motosierra...

También cabezudos y gigantes, zancos, bandas de música. La crítica al gobierno brasileño fue constante, demonstarndo el desacuerdo creciente del pueblo con el PT desde hace años en el gobierno y con la actual presidenta Dilma Rousseff. No en vano la manifestación se convocaba bajo el lema "Dilma con que cara llegas?", aludiendo a lo reciente de su mandato, pero los numerosos conflictos que ya atesora.

El de Belo Monte antes citado quizás el mayor, pero también como hoy se veía en la marcha también el de la educación, con una huelga generalizada en escuelas y universidades por causa del bajo presupuesto. Entre los sectores también concurridos estaba el MST y Via Campesina, o los Catadores que desde su recogida selectiva de basura se oponen a la incineración. Estos gritaban "Aquí en Río +20 la la incineración es una burrada", o "caminar es resistir, reciclar es unidad".

Otras consignas imaginativas fueron a cargo de las mujeres: "Nuestra lucha es todo el día - es porque la mujer no es mercancía". O "Qué caiga que caiga Belomonte", "1,2,3, 4,5, mil - estamos defendiendo la selva de Brasil", "Agual, mineral y energía no son mercancía" y También anticapitalistas como "Arriba abajo capitalismo al carajo". En la manifestación además de la citada pancarta de la Alianza, se vieron banderas contra las nucleares, contra Repsol, Feministas o contra el Tren de Alta Velocidad de la representación estatal.

No podían faltar en una manifestación contra el actual sitema económico alusiones a la situación actual, a la crisis en que está sumergida Europa y cuyo último batacazo (el español) ha ocurrido mientras se daba inicio a esta Cumbre de Rio +20. En la manifestación también tuvieron lugar expresiones de la gota que ha colmado el vaso de los y las brasileñas: la decisión de un aporte de 10 billones de dólares para el fondo de rescate de los bancos europeos en crisis (un total de 456 billones de dólares preparada por el G20). Otra vuelta de tuerca en la que como en la Economía Verde, los pobres y el medio ambiente siguen pagando los desprópositos de los ricos y las transnacionales.
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