“La amenaza de la geoingeniería es
equiparable a la guerra nuclear”. Así de contundente se ha mostrado Pat
Mooney del ETC group a la hora de evaluar la dimensión de esta
“nueva” amenaza global.
Durante la guerra fría algunos países se dedicaron a “prepararse” para dar una respuesta atómica ante la eventualidad de un conflicto, lo que implicó miles de ensayos nucleares por distintas partes del mundo. Entonces, se aseguraba que los ensayos eran seguros y no no acarrrearían daños a la población. Sin embargo la contaminación radiactiva de esos ensayos afectó a stocks pesqueros en distintas partes del Pacífico, a los productos lacteos, a la leche materna,...todo lo que decían que no pasaría pasó ¿por que creer ahora a los que afirman que la geoingeniería es segura? La radiactividad, igual que el clima, no tiene fornteras. Por tanto se trata de una amenaza global que pone en riesgo al palneta entero.
Durante la guerra fría algunos países se dedicaron a “prepararse” para dar una respuesta atómica ante la eventualidad de un conflicto, lo que implicó miles de ensayos nucleares por distintas partes del mundo. Entonces, se aseguraba que los ensayos eran seguros y no no acarrrearían daños a la población. Sin embargo la contaminación radiactiva de esos ensayos afectó a stocks pesqueros en distintas partes del Pacífico, a los productos lacteos, a la leche materna,...todo lo que decían que no pasaría pasó ¿por que creer ahora a los que afirman que la geoingeniería es segura? La radiactividad, igual que el clima, no tiene fornteras. Por tanto se trata de una amenaza global que pone en riesgo al palneta entero.
La geoingeniería trata de manipular el
clima para hacer frente al calentamiento golbal. Fertilización
oceánica para aumentarlos niveles de plancton y así aumentar la
captación de CO2, vertido de algas transgénicas al océano que
realicen también esta función, bombardeo de la estratosfera con
nanopartículas desulfato para formar una especie de nube volcánica
que tape la entrada de rayos del sol y provoque una bajada de
temperatura, mecanismos de enormes tuberías que mezclen las capas de
agua oceánica para enfriar la superficie y así aumentar la
captación de gases invernadero, blanqueo de nubes con agua salada
para aumentar la refelctividad a los rayos del sol,....todo un
conjunto de técnicas que conforman el paradigma ingenieril de uqe se
puede cambiar la naturaleza desde la ingeniería.
Este abanico de propuestas tecnológicas
son de lo más golosas para los países industrializados que tienen
una mayor responsabilidad en el Cambio Climático. Que mejor noticia
que la de que no van a tener que cambiar su rumbo en el modelo de
producción y consumo, porque hay una respuesta tecnológica
maravillosa que les permitirá seguir emitiendo CO2 dando oxígeno a
su huída hacia delante en pos del crecimiento. Esto es, seguir sin
mirar a las causas y aplicar nuevamente soluciones de final de
tubería. Pero este enfoque es extremadamente peligroso. Como dice
Mooney, no se resuleve el problema de un psicópata dándole una
pistola aún mayor.
Pensar que gobiernos como el de los
Estados Unidos, que ha ninguneado el cambio climático hasta hace
poco, que es incompetente a la hora de reconocer la dimensión del
problema, que no tiene la integridad de hacer nada en los foros
internacionales..., son confiables a la hora de hablar sobre la
seguridad de esta tecnología, parece un tanto dificil. Si las
soluciones de la geoingeniería fueran hoy percibidas por los
ciudadanos de los paises industrializados como una solución
real,estos se abrazarían sin pensarlo a esta nueva promesa, al ser
una excusa perfecta para no cambiar el modo de vida, y cualquier
partido político que quisiera tener opciones lo incorporaría en su
programa político.
Sin embargo llevar adelante estos
planes es algo que no podemos permitirnos experimentar. Primero
porque aunque se demostrasen seguros, al estar atacando la
consecuencia y no la solución, nos encotraríamos fabricando una
bomba que nos acabaría estallando en la manos. Al no cambiar el
modelo y seguir generando CO2, si nos fallaran los mecanismos
propuestos -pues no conocemos donde puede acabar esto porque solo
tenemos un planeta para experimentar, y si nos sale mal el
experimento, no tenemos un planeta B- tendriamos un gran problema y
habriamos perdido un tiempo maravilloso para comenzar los cambios
sistémicos necesarios. Es conveniente recordar que nos quedan apenas
20 años para revertir la situación climática.
Pero además se prevé que estas
intervenciones a gran escala tendrían unas consecuencias nefastas.
En relación a una hipotética gran nube volcánica provocada sobre
el ártico, algunos científicos afirman que provocaría una
desregulación de los monzones y otras alteraciones que pondrían en
riesgo las fuentes de alimentación y agua de cerca de 2000 millones
de personas.
Por ello la petición clara que se le
hace a la confernecia de Río+20 es la de que imponga una prohibición
total sobre la geoingeniería.